¡¡ESTE MES VIENE CON NUEVAS NUEVAS!! COMENZAMOS PROYECTO EN FILIPINAS
¡¡ESTE MES VIENE CON NUEVAS NUEVAS!! COMENZAMOS PROYECTO EN FILIPINAS https://i0.wp.com/www.fundacionfrs.es/wp-content/uploads/2022/03/Tambang-Tinambac-scaled.jpg?fit=1080%2C525&ssl=1 1080 525 Fundación FRS https://i0.wp.com/www.fundacionfrs.es/wp-content/uploads/2022/03/Tambang-Tinambac-scaled.jpg?fit=1080%2C525&ssl=1Hemos comenzado la implementación de un nuevo proyecto en Filipinas, en concreto en las municipalidades rurales de Siruma y Tinambac y por ello, con gran alegría estamos encantados de poder contarlo.
El proyecto, financiado por el Ayuntamiento de Madrid, tendrá una duración de 2 años y está centrado en la reducción del riesgo de desastres, teniendo en cuenta además la situación actual de pandemia.
¿Sabes qué es la reducción del riesgo de desastres (RRD)?
Filipinas es un país muy expuesto a los desastres provocados por fenómenos naturales. De hecho, según el informe “Riesgo Mundial 2020”, se sitúa en la novena posición de los países con mayor riesgo de desastres en el mundo.
Se trata de un problema de gran relevancia, no solo porque pone en riesgo millones de vidas permanentemente, sino porque afecta de manera fundamental al desarrollo del país y a los intentos de reducción de la pobreza.
Hay numerosos factores que incrementan el riesgo y hacen que la población filipina se encuentre en una situación muy vulnerable, teniendo en cuenta además que los efectos del cambio climático no hacen sino incrementar el desafío.
Un dato curioso: el número medio anual de víctimas a causa de tifones en Filipinas es 17 veces mayor que el de Japón. ¿A qué se deben esas enormes diferencias en el impacto? Las causas son variadas, pero en gran medida vienen provocadas por las distintas opciones de desarrollo adoptadas en cada país.
Teniendo en cuenta lo anterior, podríamos decir que la RRD son medidas adoptadas para reducir los impactos negativos de los riesgos naturales, con acciones para analizar y manejar las causas de los desastres, reduciendo la vulnerabilidad social y económica a los riesgos y mejorando la preparación para acontecimientos adversos.
¿Qué acciones principales llevaremos a cabo y qué impacto esperamos que tengan?
Una parte importante del proyecto se centrará en apoyar a las comunidades locales a fin de fomentar su propia capacidad para hacer frente a riesgos, existentes y potenciales, de desastres (elaboración de mapas de riesgos, planes de contingencia y sistemas de alerta temprana, entre otros).
Les apoyaremos en la implementación de medidas para minimizar los riesgos y la vulnerabilidad de sus comunidades y limitar así los efectos cuando las amenazas se tornen realidad, mediante medidas de mitigación, preparación y respuesta a los desastres.
Pero no solo los gobiernos locales deben estar listos. Para reducir verdaderamente los riesgos, es fundamental que la población esté preparada para actuar cuando ocurre un fenómeno natural potencialmente adverso. Por eso, enfocaremos gran parte de nuestros esfuerzos en garantizar que la población más vulnerable sepa qué hacer en cada situación (hay que tener en cuenta que Filipinas está expuesta a tifones, tsunamis, deslizamientos de tierras, erupciones volcánicas y terremotos, entre otros, y que cada fenómeno debe contar, lógicamente, con su propio plan de actuación y evacuación). Entre las acciones principales está la formación de las familias en el conocimiento de los riesgos que enfrentan, la correcta actuación en cada tipo de desastre y el desarrollo de simulacros.
Una de las inversiones más importantes que llevaremos a cabo será la construcción de dos centros de evacuación, donde las familias en situación de mayor riesgo puedan refugiarse en caso necesario.
La máxima de la RRD no es otra que la de ayudar a salvar la vida de toda la población en riesgo. Pero más allá de eso, se trata de conseguir comunidades resilientes y con una mayor capacidad de actuar sobre su propio futuro, dotándolas de herramientas y teniendo en cuenta que los desastres afectan especialmente a los segmentos más vulnerables de la sociedad (está demostrado que los efectos de los desastres afectan desproporcionadamente y en mayor medida a las mujeres, los niños, niñas y aquellos en mayor situación de pobreza).
Este proyecto tendrá un impacto sobre 480 familias de forma directa en toda el área de intervención, fortaleciendo su capacidad de respuesta ante el efecto negativo de los desastres de origen natural y sanitario. Se estima, no obstante, que toda la población se verá beneficiada, llegando a favorecer a cerca de 6.000 personas en Siruma y unas 8.500 personas en Tinambac.