FILIPINAS. PLANES DE CONTINGENCIA ANTE DESASTRES NATURALES

Recientemente, el 25 de Octubre, Filipinas se ha visto alcanzada por el Tifón Quinta, dejando números daños y algunas muertes a su paso, (y se estiman nuevos Tifones el 29 de Octubre y el 4 de Noviembre); para las familias, cada nuevo Tifón se vive con miedo y suspense, es por ello, que nuestro compromiso y objetivo del proyecto tama más sentido, ya que busca defender los derechos de estas familias, mejorando su protección a través de la correcta formación gubernamental y comunitaria, reduciendo la probabilidad de pérdidas humanas y aumentando la capacidad de recuperación, asegurando que en el proceso se consideren y cuiden sus derechos.

Entre las principales líneas intervención esta acompañar a los gobiernos locales en su preparación ante la imprevisible climatología del Pacífico. Los Tifones y las inundaciones surgen en octubre y se extenderán a lo largo de 4 meses. En este periodo de tiempo, Filipinas puede llegar a enfrentar numerosas calamidades, para las cuales tanto los gobiernos como la comunidad, deben de estar preparadas. Y es su efectiva preparación y respuesta anticipada lo que conseguirá reducir el impacto sobre la población.

Durante los últimos meses, hemos estado enfocados en lograr un efectivo Plan de Contingencia en los barangays y las municipalidades. Los barangays beneficiarios de este proyecto, enfrentan grandes dificultades y carencias en su preparación ante desastres, su falta de recursos, su localización geográfica y el consecutivo impacto de calamidades anualmente, los hace especialmente vulnerables, con limitadas posibilidades de recuperación a lo largo del año.

Para conseguir una adecuada respuesta, se implementa una estrategia de 5 etapas, que inicia con la reactivación y formación del equipo de reducción de riesgos y el grupo de rescate en cada uno de los barangays, ofreciendo todas las capacitaciones necesarias en relación a sus objetivos y responsabilidades, así como equipándolos adecuadamente, para de esta manera poder implementar su trabajo de forma efectiva. A continuación y junto a representantes de la comunidad, se recolecta información y se elabora el mapa de riesgos comunitario (MRC), donde se puede ver de forma sencilla las áreas de los barangays más vulnerables, las rutas de evacuación y las familias más expuestas; dando así una visión clara de la situación de vulnerabilidad a la que se enfrenta cada familia y pudiendo anticipar medidas tempranas que mejoren los procesos de preparación de la comunidad afectada.

Una vez recolectada esta información, se elaboran los presupuestos y planes anuales ante desastre, para que las capacitaciones, los materiales y el equipamiento necesario, estén presupuestados y organizados por adelantado, de manera que se reduzca al mínimo la probabilidad de impactos negativos sobre la población. Por último, se completa el Plan de Contingencia, donde se recoge toda la información y se formaliza a nivel municipal y provincial, para un alineamiento de respuesta en toda la región.  Es fundamental que todos estos conocimientos sean compartidos con la comunidad y actualizados anualmente para su correcta sostenibilidad.