BALANCE DEL AÑO EN FILIPINAS

A lo largo del 2020 en Filipinas hemos enfrentado muchas barreras, pero al mismo tiempo hemos logrado muchos objetivos. Desde que iniciamos nuevo proyecto en marzo del 2020, no han dejado de surgir dificultades que, aunque han supuesto cierto retraso en la implementación, no nos han impedido lograr objetivos.

Entre los principales problemas a los que nos hemos enfrentado ha estado el bloqueo total de movilización social debido a la Covid-19, ordenado por el gobierno, que mantuvo a toda la población filipinas confinada a lo largo de 3 meses. Tiempo en el que tuvimos que trabajar en la organización, gestión y planificación de la implementación que tendríamos por delante junto a la contraparte local. Aprovechando para cerrar todos los convenios de apoyo de los departamentos de gobierno, y alineando la estrategia de implementación junto a todas las partes asociadas al proyecto.

Esto nos facilitó enormemente iniciar la ejecución en terreno en junio, junto a un equipo local de profesionales que conforman 3 organizadoras comunitarias, 1 oficial de finanzas y 1 coordinadora local, que junto a al expatriado de FRS y el padre Marc, director de Caritas Cáceres, conforman el equipo del proyecto financiado por la AECID de ¨Mejora de la respuesta de los gobiernos locales y las organizaciones comunitarias de Siruma y Tinambac ante desastres naturales¨.

Los primeros meses de implementación fueron todo un éxito, reactivamos los grupos de rescate ante desastres, las oficinas de violencia de género y las organizaciones sociales de mujeres. Elaboramos junto al gobierno local y las comunidades los mapas de riesgos, los planes ante desastres y los planes de contingencia en todas nuestras áreas de intervención, que llevaban años sin actualizar y presentaban muchas carencias. Acompañamos a los grupos de mujeres en su proceso de organización y empoderamiento, a través de formaciones en derechos humanos, género y gobernanza local, con el objetivo de registrarlas y acreditarlas en los espacios de decisión del gobierno local en el próximo año.

Y en medio de este gran arranque y gran respuesta por parte de los beneficiarios y el gobierno local, nos enfrentamos en noviembre a 3 tremendos tifones: el Quinta, el Rolly y el Ulises; siendo estos dos últimos de categoría 5 y dejando a su paso daños estructurales en muchas de las regiones de la zona y a miles de personas afectadas por inundaciones, con cortes de agua, luz y comunicaciones; que aún a día de hoy siguen sufriendo.

Desde FRS hemos ayudado a Caritas Cáceres, nuestro socio local a poner en marcha la respuesta de emergencia, ayudando a las comunidades más afectadas; repartiendo alimentos básicos y enseres….

El año ha traído a la comunidad filipinas grandes golpes, pero también se han hecho ver los logros y la fuerza por seguir luchando y trabajando en una mejor respuesta ante estos inevitables desastres que se ven en aumento año tras año por efecto del calentamiento de los océanos provocado por el cambio climático. Ante este contexto, la Fundación de Religiosos para la Salud seguirá trabajando en mejorar las medidas de los gobiernos y la resiliencia de la población, de manera que estos fenómenos naturales supongan el menor impacto posible a la población en situación de mayor vulnerabilidad.