JUGANDO UN PAPEL CRUCIAL PARA PROPORCIONAR UN REFUGIO EN FILIPINAS

CENTROS DE EVACUACIÓN PARA LA PROTECCIÓN ANTE TIFONES.

Filipinas se encuentra actualmente en plena temporada de tifones. El país sufre una media de 20 ciclones tropicales al año, siendo cada vez más frecuentes y devastadores. Además, debido a su ubicación geográfica dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, el país es propenso a terremotos, tsunamis, deslizamientos de tierras y erupciones volcánicas.

Ante este escenario y teniendo en cuenta la elevada vulnerabilidad de la población de determinadas zonas, la capacidad de respuesta de las autoridades locales resulta fundamental.

La construcción de centros de evacuación juega aquí un papel crucial, con el fin de proporcionar un refugio seguro a la población más vulnerable durante las catástrofes, especialmente en zonas de alta frecuencia de fenómenos adversos como Tinambac y Siruma, donde FRS construye actualmente dos centros de evacuación, gracias a los fondos recibidos de AECID.

En gran parte del país, la escasez de estos centros obliga a las personas a refugiarse en edificios públicos como ayuntamientos, colegios, canchas de baloncesto e incluso en viviendas de vecinos, que abren sus puertas para albergar a las personas evacuadas. No cabe duda de que estos lugares no resultan adecuados para estas situaciones de catástrofe además de que, una vez pasado el peligro, deben ser desalojados para devolver a estas instalaciones su uso habitual, surgiendo el problema de dónde ubicar a las personas que lo han perdido todo (según datos de 2018, solo un 2,86% de los lugares utilizados como refugio, eran realmente centros de evacuación).

¿Qué aspectos hacen que un centro de evacuación sea adecuado? Además de una ubicación apropiada (accesible y alejada de peligros) y de ser estructuralmente sólido, la construcción debe contar con instalaciones de agua, saneamiento e higiene y tener espacios especiales de alojamiento para las personas más vulnerables, como las madres lactantes, los niños, las personas mayores y las personas con discapacidad.

No podemos olvidar, por otro lado, que seguimos inmersos en una pandemia, que ha convertido en un reto aún mayor para las autoridades el dar protección a su población frente a estas calamidades, enfrentando problemas como:

• La aplicación en estos centros de estrictas medidas sanitarias y de cuarentena para evitar la transmisión del virus
• La necesidad de respetar el distanciamiento físico, lo que puede reducir la capacidad de los centros de evacuación hasta incluso la mitad.
• Algunos de los centros de evacuación están siendo utilizados actualmente como instalaciones sanitarias de COVID-19.
• Los presupuestos para la gestión de catástrofes ya se han agotado debido a la pandemia.

Aunque Filipinas ha sobrevivido a terremotos, erupciones volcánicas y tifones, estas catástrofes nunca se produjeron junto con una pandemia. El país debe aprender ahora a ser hábil en el manejo de emergencias complejas, que pueden hacer que las calamidades tengan un efecto multiplicador si no se manejan adecuadamente.

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Cabe destacar que el pasado 11 de octubre Camarines Sur (Filipinas), se dio lugar la ceremonia de colocación de la primera piedra del Centro de Evacuación de Tinambac, que proporcionará protección a la población de la zona en caso de desastres provocados por fenómenos naturales, como tifones o tsunamis.

Al evento acudieron diversas autoridades y funcionarios locales, encabezados por el alcalde municipal de Tinambac, D. Ruel B. Tuy. También estuvo presente la coordinadora de FRS en el país, Dña.Leticia Davara, y el Director Ejecutivo de Cáritas-Cáceres (Naga), el Rev. P. Marcel Emmanuel DP. Real, quien se encargó de bendecir el terreno donde estará ubicada la edificación.

Las tareas de construcción, dirigidas y coordinadas por FRS junto a su socio local, Cáritas-Cáceres (Naga), están financiadas por la AECID.