UNA RISA DE ESPERANZA Y DE SEGURIDAD

REHABILITANDO LAS INSTALACIONES DE CENTROS DE EVACUACIÓN EN FILIPINAS.

 

Una de las voluntarias sonríe mientras prepara la fiesta del año en Tandoc, pequeño Barangay costero de la Municipalidad de Siruma de tan solo 595 habitantes, con 299 mujeres, 167 niños, una única escuela de primaria y una pequeña oficina que usan como centro de salud. A pesar de su tamaño, hoy es un pueblo lleno de alegría con la nueva realidad y con habitantes felices de poder sentirse más seguros. Estas mujeres no dejan de hablar de lo importante del acontecimiento. Ahora, no solo pueden lavar la losa con agua corriente limpia en las instalaciones del centro de evacuación rehabilitado, sino que tienen un lugar donde refugiarse en caso de catástrofe natural.

El pasado 25 de enero tuvieron lugar las inauguraciones de los dos centros de evacuación en las municipalidades de Siruma y Tinambac, que en colaboración con el socio local Caritas Cáceres se construyeron gracias a la ayuda del Ayuntamiento de Madrid, a través del proyecto «Mejora la resiliencia y capacidad de respuesta ante desastres naturales en comunidades vulnerables adaptadas a contexto de pandemia-Covid19 en la región de Bicol-Filipinas”,  zonas que desafortunadamente cuentan con la tasa de pobreza más elevada de Filipinas y además las más expuestas ante desastres naturales como los tifones y donde muchos de sus lugareños habitan en hogares construidos con materiales no resistentes ante tifones o terremotos, por eso este tipo de construcciones son vitales de necesidad. 

 

En Tandoc, en un espacio de más de 600 metros cuadrados esta construido el centro de evacuación compuesto por: cocina, baños, sala principal, sala secundaria para mujeres y niños, es un edificio sostenible que fue recuperado a petición de sus habitantes, completamente adaptado para personas con movilidad reducida y que además, en línea con los objetivos del milenio en materia de cambio climático, disfruta de unas instalaciones de paneles solares que le da plena autonomía energética en casa de sufrir un apagón, que por otro lado es muy habitual después del impacto de catástrofes naturales. Además de disfrutar de agua corriente desde un tanque elevado que se abastece de un pozo, es un edificio construido y equipado especialmente para resistir tifones y super tifones de máxima categoría 5.

El padre Serafin Amaro encargado de bendecir el espacio estuvo acompañado por el director ejecutivo de Caritas Cáceres, el padre Marcel Real quien posteriormente inauguro oficialmente el acto, en en compañía  del alcalde en funciones el honorable Sandi Ondis, el vicealcalde en funciones Henry Galán, el capitán del barangay mr. Ramil R. Fernández y el coordinador del proyecto de FRS, Alfonso Núñez Corvinos. Además asistieron como invitados y testigos, la directora de la oficina de reducción de riesgos ante desastres naturales ms. Ciryl Barbosa, y diferentes concejales entre otros miembros regionales, así como las beneficiarias y beneficiarios lugareños.

El mismo 25 de enero por la tarde, los vecinos y vecinas de Bagacay, un barangay de 3.445 habitantes, con 1.772 mujeres y 864 niños, en la municipalidad de Tinambac, esperaban impacientes la inauguración de este centro de casi 1200 metros cuadrados, también una construcción recuperada de un antiguo mercado local. Un centro, que igual que el de Tandoc, dispone de espacios para aislar a enfermos en situaciones pandémicas. Un lugar que puede albergar a más de 60 Familias y al igual que en el centro de Tandoc, se les hizo entrega de los siguientes equipos: mesas plegables, sillas, camas plegables, utensilios de cocina, cocina de gas portátil, bombona de gas, y un generador Diesel de 7,5 kw.

El director ejecutivo y sacerdote de Caritas Cáceres Marc Real encargado de bendecir el centro, pronunció unas bonitas palabras de agradecimiento y esperanza. Y posteriormente junto al alcalde, el honorable Ruel B.Tuy, acompañado por la capitán del barangay, la señora Lanie B. San Andres y el coordinador de proyecto de FRS, Alfonso Núñez, fueron los encargados de cortar la cinta de inauguración. De la misma manera que en la inauguración previa, se firmaron los acuerdos de transferencia del centro y de los equipos, así como la entrega de llaves.

La preparación de los eventos, así como la comida aportada por las comunidades como símbolo de agradecimiento, sirvieron para clausurar las ceremonias.